Noticias aleatorias del Archivo Silencio después de la nevada
14.01.2023
Los inviernos nevados son hermosos por derecho propio, pero muchos de nosotros podemos haber notado que después de una nevada, sucede algo mágico en la calle: se establece un silencio inusual que difícilmente podríamos observar en cualquier otro día.
Un silencio peculiar se debe en parte a la persona menos activa que llega involuntariamente después de una nevada, pero no solo. Este efecto también está parcialmente relacionado con el efecto amortiguador acústico de la nieve. Hoy los científicos decidieron arrojar luz sobre este "efecto mágico".
Salir a la calle después de una nevada bien puede parecer "mágico", porque el efecto de los paisajes nevados se enfatiza significativamente por el cambio en el paisaje sonoro: parece que todo en la calle se calma repentinamente.
Este interesante efecto del silencio que todo lo consume se debe en parte a una disminución de la actividad humana: hay menos gente en la calle, menos tráfico en las carreteras. Además, se cierran los sitios de construcción, se retrasan las reparaciones de caminos y se silencian otras fuentes de ruido antropogénico. Incluso el canto de los pájaros sigue amortiguado.
Sin embargo, los científicos estadounidenses señalan que esto no es todo. El silencio después de una nevada también se debe al hecho de que la nieve esencialmente tiene un efecto de amortiguación acústica, es decir, amortigua los ecos que normalmente rebotan en el suelo y otras superficies. El hecho es que la nieve se compone de cristales de hielo, que son un buen aislamiento acústico. Sin embargo, en este caso, están empacados de forma suelta con mucha nieve; el material celular resultante es un buen aislante acústico.
En 2008, los expertos realizaron un estudio en Alaska. Luego, el experimento mostró que un disparo en blanco de una pistola en una superficie nevada se atenúa en 30 dB; de hecho, esto es equivalente a la diferencia entre una conversación y un susurro.
La refracción del sonido juega un papel importante en la creación de "silencio después de la nevada". Esto se debe al hecho de que durante una nevada, el aire es más cálido cerca del suelo y más frío por encima. Es esta combinación la que hace que el sonido se refracte, doblándolo hacia arriba, lo que reduce el volumen que se transmite al nivel del suelo.
Al mismo tiempo, si la nieve se derrite y congela parcialmente, puede mejorar el reflejo. Los investigadores señalan que el inquietante silencio después de una nevada suele ser una breve pausa antes de la reanudación del "trabajo ruidoso".
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